03
Febrero
Diseño de contenidos para el aprendizaje
¿Qué requisitos deben cumplir los contenidos para que realmente funcionen?
Alguno se estará preguntando por qué utilizo el término "contenidos" y no cursos. Por contenido me refiero a cualquier tipo de elemento diseñado para facilitar el aprendizaje. Desde un curso con toda su compleja interacción hasta materiales de aprendizaje mucho más sencillos: manuales, procesos, guías, ...
Es indispensable, antes de abordar el diseño, responder a las siguientes preguntas:
- ¿Qué es lo que tienen que aprender? ¿Qué deben saber hacer una vez hayan revis

- De Joaquim Carbonell en Flicker[/caption]
ado el material? Cuanto más concreta sea la respuesta a esta pregunta más sencillo será ajustar el proceso de diseño a los requerimientos de aprendizaje.
- ¿Para quién vamos a diseñar los contenidos? Deberemos adaptar totalmente el estilo, las imágenes, el mensaje, ... a nuestro interlocutor.
- ¿Cómo van a aprender? Leyendo procedimientos, revisando diagramas, visualizando vídeos, colaborando, reflexionando de forma individual, ... Se recomienda la utilización de elementos multimedia y sistemas interactivos siempre que su uso facilite el proceso de aprendizaje.
En función del “cómo vayan a aprender” podremos definir dos criterios de diseño:
1.- El grado de libertad a la hora de revisar el contenido. Aquí tendríamos, en un extremo, contenidos de diseño abierto y en el otro, contenidos de diseño lineal.
2.- El grado de colaboración nos daría, a su vez, contenidos diseñados para interactuar de forma colaborativa y, en el otro extremo, otros pensados para un aprendizaje individual.
Así, según el grado de libertad los contenidos pueden ser:
- Lineales, aquellos que están diseñados para ser utilizados siguiendo un orden no modificable.

Según el grado de colaboración los contenidos pueden ser:
- Contenidos colaborativos, los que están diseñados para desarrollar un aprendizaje centrado en la colaboración y en la interacción con otras personas.
- Contenidos individuales, los que están pensados para desarrollar un aprendizaje centrado en el estudio y la reflexión individual.
Estamos de acuerdo en que el aprendizaje es más sólido cuanto más colaborativo y más abierto. La colaboración lleva al compromiso y a la reflexión. Un cierto margen de libertad facilita la priorización en función del interés de cada persona. Sin embargo las diferentes combinaciones elegidas dependerán más de los recursos disponibles y de la posibilidad de creación de grupos de trabajo y aprendizaje.
Una vez revisados estos puntos veamos qué elementos debemos incluir:
- Un mapa o diagrama que nos de una idea gráfica de la estructura y nos permita visualizar el grado de avance. Es importante que el mapa indique las conexiones con unidades del propio contenido (si éste tiene un volumen importante) o con otros elementos externos relacionados (vídeos, documentos relativos a procesos, lecciones aprendidas, ...).
- Instrucciones, ¿qué vamos a aprender? ¿cómo se usa?
- Conceptos, elementos teóricos necesarios para poder implementar lo aprendido. Se pueden introducir de forma gradual y/o agruparse bajo la forma de glosario.
- Guías y plantillas que nos orienten sobre cómo llevar a la práctica los conceptos.
- Actividades y tareas relacionadas con los objetivos de aprendizaje. Optimamente casos y simulaciones lo más aproximadas posible a la realidad.
- Espacio para compartir y colaborar. Es muy recomendable, asociar los contenidos a espacios de colaboración en los que poder compartir dudas, conocimiento y experiencias.
- Elementos gráficos o multimedia. Estos últimos pueden asociarse a través de enlaces a una base de conocimiento.
Para acabar algunos requisitos. Los contenidos deben ser:
- Auto-explicativos, fáciles de comprender y atractivos. Un buen diseño gráfico es fundamental.
- Interactivos y dinámicos, con fácil acceso a elementos complementarios y de ayuda.
- Divertidos y retadores, algunas técnicas relacionadas con la “gamificación” pueden ser de gran ayuda.